sábado, 5 de noviembre de 2016

¡Se acabó la maldición! Cachorros mató al indio y a la cabra

Si usted lee esto debe saber que es afortunado, ¿La razón? Desde hace 108 años nadie, léase bien, nadie más ha escrito sobre un campeonato de los Cachorros de Chicago, quizás no hay ser vivo sobre la tierra que recuerde el campeonato de 1908, así que ya es parte de la historia.
Increíble, memorable, inédito, magnifico, superlativo y pare de contar cualquier adjetivo que describan el séptimo y último juego de la MLB.
En sí, esta Serie Mundial fue una de las mejores en la historia y tenía que culminar así: entradas extras, lluvia que demoró el juego en la décima entrada, jonrones que dejaron sin aliento a propios y extraños.
Los Cachorros de Chicago superaron a los Indios de Cleveland 8x7 en el séptimo juego de la Serie Mundial y rompieron la racha más larga dentro de la MLB para un equipo sin ganar un campeonato: 108 años.
La última vez que los Cachorros habían conseguido el título del "Clásico de Otoño" fue en 1908, desde entonces habían estado en varias Series Mundiales, la última la de 1945, sin que pudiesen conseguir la victoria. 

El juego

Hablemos un poco del que sin duda quedará en la mente de miles de fanático del deporte rey y en la historia de Chicago: el juego y sus carreras.
Desde el primer turno del encuentro, estas novenas dejaron claro lo que venía. Dester Fowler abrió con cuadrangular para el 1-0 y Carlos Santana lo igualó con sencillo en la tercera entrada.
En el cuarto tramo, la ofensivo de Chicago descifró y sacó del juego al abridor Corey Kluber, ¿Cómo? Con dos carreras que incluyó doblete remolcador del criollos Wilson Contreras.
La fiesta continuó en la quinta con jonrón solitario de Javier Báez, quien venía de cometer par de errores a la defensiva. Anthony Rizzo se trajo otra para el 5-1 parcial. Cleveland descontó rápidamente con un wild pitch que trajo dos carreras, sí dos rayitas, ¿Por qué? El pitcheo pegó de la careta del receptor y quedó lejos, situación que aprovechó Santana para anotar desde tercera y Kipnis desde segunda.
En la sexta, Ross soltó cuadrangular solitario en su juego de despedida para el 6-3. Hasta ese momento todo marchaba bien para los dirigidos por Joe Maddon, quien estaba siendo criticado por sacar al abridor Kyle Hendricks con 4.2 entradas lanzadas y el juego 5-1, para darle paso a Jhon Lester
Lester maniató a los Indios hasta el octavo tramo, momento en que le dio paso a Aroldis Chapman con par de out, un corredor en base y el juego 6-3.

La locura

Ese último out de la entrada se perdió y en un abrir y cerrar de ojos, Rajai Davis estaba recorriendo las bases, producto de un vuelacerca que igualó las acciones a seis. Chapman había fallado.
Si hasta ahora no cree usted que el juego era de película, le digo que en la novena entrada nadie anotó y las entradas extras se demoraron porque pareció la lluvia y la lona cubrió el diamante.
Poco duró la lluvia, así como poco duró la alegría en el Progessive Field de Cleveland. Ben Zobrist disparó doblete para traer la de la diferencia y Miguel Montero como emergente se trajo la octava con sencillo para el 8x6.
Con esa desventaja, Carl Edwards Jr. Vino a buscar el recate y en un parpadeo tenía par de out, pero luego regaló un boleto y el empate llegó al plato en el bate de Davis, nuevamente. El jardinero soltó sencillo y Edwards Jr. No pudo completar la faena. Mike Montgomery subió a la loma y pudo conseguir el out que tenía 108 años sin llegar.
Por Chicago, los criollos Wilson Contreras de 2-1 con remolcada y Miguel Montero de 1-1 con impulsada.

Zobrist MVP

Ben Zobrist obtuvo el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial. El utility de los Cachorros tuvo promedio de .357 con cinco carreras anotadas y dos impulsadas, una de ellas para tomar ventaja en la décima entrada del juego siete. Zobrist levantó el trofeo de campeón el año pasado con los Reales de Kansas City y ahora lo hace con Chicago

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